Considera distintas fases que se abordan de manera secuencial y con una perspectiva iterativa, que involucra la divergencia y convergencia. En cada proyecto se incorpora permanentemente el enfoque de prueba y error, por medio del trabajo colaborativo con servicios públicos y actores del ecosistema de innovación.
Al iniciar un proyecto de innovación pública, es necesario conocer el contexto institucional a fin de delimitar el alcance del problema inicial a abordar y conocer la factibilidad de iniciar un proyecto.
Para ello, se realizan actividades que permiten profundizar en la estrategia institucional y las capacidades existentes para elaborar un plan de trabajo, entre ellas:
Permite profundizar en el problema, descubriendo sus causas y efectos desde una perspectiva divergente e involucrando diferentes actores. Así es posible identificar la necesidad de transformación, definir los hallazgos más relevantes, las necesidades y expectativas usuarias, y con ello, se plantea el desafío de innovación a resolver.
En esta fase se aplican diversas actividades, como por ejemplo:
Búsqueda de ideas nuevas o mejoradas que permitan responder al desafío de innovación. Inicialmente, se busca la mayor cantidad de ideas para poner a prueba con personas usuarias a través de prototipos, es decir, versiones preliminares simples, concretas y baratas, que permitan experimentar, cambiarlas o desecharlas previo a su escalamiento. Luego se priorizan ideas según diversos criterios, considerando su potencial de adopción y escalamiento.
Las actividades de esta fase tienen el objetivo de diseñar una experiencia ideal, a través de las siguientes actividades clave:
Una vez validadas las ideas en la etapa anterior, se desarrollan versiones más avanzadas que permitan ponerlas a prueba en contextos reales y controlados, con el objetivo de obtener evidencia acerca de los resultados esperados y orientar el escalamiento posterior con base en los aprendizajes generados.
En esta fase, lo ideal es contar con recursos para desarrollar evaluaciones experimentales, y se ejecutan las siguientes actividades:
El conjunto de soluciones son implementadas en su versión definitiva y de forma integrada, considerando los resultados del pilotaje. Esta fase requiere de un alineamiento estratégico y operativo bajo un liderazgo que promueva la transformación organizacional, la difusión efectiva y la eventual replicabilidad de las soluciones de innovación.
Para ello, se consideran las siguientes actividades:
Para transformar los servicios públicos es necesario generar soluciones innovadoras desde diversos ámbitos que, en conjunto, permitan la sostenibilidad de los cambios.
Los proyectos del Laboratorio de Gobierno consideran cuatro ámbitos de innovación que contienen 12 tipos de soluciones:
Soluciones que contribuyen al alineamiento estratégico de los equipos de los servicios públicos, facilitan la colaboración formal con otras entidades públicas, privadas y de la sociedad civil, o que requieren cambios jurídicos, administrativos o financieros para su implementación.
Soluciones para desarrollar productos o servicios que agreguen valor y mejoren la experiencia usuaria, considerando intervenciones para el uso de lenguaje claro y para promover cambios de comportamiento que beneficien a las personas.
Soluciones para el diseño o rediseño de procesos internos que permitan una gestión más eficaz y eficiente de los servicios públicos, acompañados de innovaciones con base tecnológica y que consideren la gestión y el uso de datos.
Soluciones que consideran cambios en las estructuras organizacionales para soportar nuevas prácticas, junto con el desarrollo de nuevos roles y competencias que permitan a los servicios adaptarse a las expectativas de las personas usuarias.