Profundizar en la descripción de una idea de solución, a través del diseño conceptual de la misma, que servirá de base para la construcción de prototipos. Permite además socializar y explicar la idea a distintas personas interesadas.
1. Tener disponible, lo más sistematizado posible, las ideas de solución identificadas previamente, su descripción y resultados de testeos.
2. Recopilar la sistematización de la Herramienta 6 (Perfil de persona usuaria) trabajados en la fase anterior.
3. Convocar a un taller de trabajo a representantes de las distintas áreas de la organización relacionados con el diseño, desarrollo y eventual implementación de la solución.
4. Cada persona dispondrá de un tiempo determinado para reflexión personal en la que respondan las preguntas de la plantilla.
5. Luego, cada participante entrega su respuesta respecto de ¿para qué sirve la solución? y a nivel grupal se buscará consenso respecto a este punto.
6. Se repite el paso anterior, con las siguientes preguntas respetando este orden:
7. Para aterrizar a una idea más concreta de la solución es recomendable realizar una representación visual de la solución. Puede ser desde un bosquejo, un flujo del funcionamiento de la solución, un prototipo a baja escala o cualquier representación que sea útil para entender en qué consiste la solución.
8. Finalmente, de manera grupal debes definir un nombre para la solución, el cual ayudará para la comunicación interna de las ideas.
9. Realizar testeos de las fichas de solución, para validar a nivel conceptual cómo aporta a resolver el problema inicial.
10. En caso que se tenga más de una ficha de solución, después de validar la ideas debes realizar un ejercicio de priorización de ideas para poder implementarla.
Generar la mayor cantidad de ideas posibles en poco tiempo y de manera colaborativa. Se utiliza en las primeras etapas de diseño de soluciones, cuando la apertura y diversidad son los objetivos más relevantes.
Visualizar cómo las soluciones ideadas se articulan entre sí, facilitando la comprensión de la experiencia ideal de las personas usuarias.
Advertir cuáles son los puntos críticos de una solución, particularmente al momento de iniciar su desarrollo. Definir qué se debe resolver para prevenir los focos de riesgo y aprovechar las oportunidades que pueden surgir en el transcurso del proyecto.
